viernes, 31 de enero de 2014

COMIENZO DEL PRACTICUM

JORNADA DE BIENVENIDA

El día 22 de enero tuvo lugar la jornada de bienvenida en el centro educativo donde voy a realizar el practicum  del máster de formación del profesorado de la UMH. El centro que se me ha asignado es el IES Cap de l'Aljub situado en Santa Pola, donde nos recibió el coordinador de prácticas para darnos la bienvenida al centro. 

Durante la jornada, recibimos la documentación necesaria para la realización de las prácticas y se nos comentó la organización y funcionamiento del centro. A continuación, hicimos un recorrido por todo el centro y conocimos a parte del personal del mismo, como a los cargos directivos, a jefes de departamentos y a diversos profesores. 

Tras la reunión con el coordinador, algunos de nosotros pudimos reunirnos con nuestro tutor profesional y concretar en parte las horas de prácticas que hemos de realizar. En mi caso, el tutor profesional forma parte del departamento de Hosteleria y Turismo y es docente de los ciclos formativos de "Dirección de cocina" y "Cocina y gastronomía".


martes, 14 de enero de 2014

ALIMENTOS FUNCIONALES

En los últimos años, el interés de los consumidores por conocer la relación dieta y salud se ha visto incrementado.Los expertos recomiendan seguir una dieta sana y equilibrada, sin embargo, el ritmo de vida actual da lugar a desequilibrios y desajustes alimentarios que están relacionados con un gran número de enfermedades. Como consecuencia de esta situación, surgen los alimentos funcionales, que pueden compensar estos desequilibrios alimentarios y garantizar las ingestas nutricionales recomendadas por los expertos en nutrición.


 Y ¿qué son los alimentos funcionales?


La primera reseña histórica sobre el uso de alimentos funcionales viene de Japón, donde en la década de los 80 y gracias a la ayuda del gobierno de ese país se comenzó la investigación y se propuso el término de alimentos saludables para su uso específico, en inglés Foods for Special Health Use (FOSHU). Este concepto expone por primera vez la existencia de  “alimentos con efecto específico sobre la salud” y en
consecuencia, la población se puede beneficiar de su consumo.

La expansión de los alimentos funcionales fue inmediata y alcanzó los Estados Unidos, donde gozan de una gran popularidad. El papel de la Food and Drug Administration (FDA) ha sido decisivo para que la industria y el público tengan un marco legal que verifique ante todo la seguridad alimentaria de los productos ofertados.  En lo que se refiere a Europa, la introducción de los alimentos funcionales no ha estado exenta de polémica. La principal razón de esta situación ha sido la falta de una regulación específica en la materia.

Hasta la fecha el concepto de AF de mayor aceptación es el emitido por el ILSI Europe en el año 1999 en el documento de consenso FUnctional FOod Science in Europe (FUFOSE). La definición del ILSI establece que un alimento puede ser considerado funcional si se ha demostrado de manera satisfactoria que posee un efecto beneficioso sobre una o varias funciones específicas en el organismo, más allá de los efectos nutricionales habituales, siendo esto relevante para la mejoría de la salud y el bienestar y/o la reducción del riesgo de enfermar.

Los alimentos funcionales deben consumirse dentro de una dieta sana y equilibrada y en las mismas cantidades en las que habitualmente se consumen el resto de los alimentos. 

Según el ILSI, un alimento funcional puede ser:
  • Un alimento natural.
  • Un alimento al que se le ha agregado o eliminado un componente por alguna tecnología o biotecnología.
  • Un alimento donde la naturaleza de uno o más  componentes ha sido variada.
  • Un alimento en el cual la biodisponibilidad de uno o  más de sus componentes ha sido modificada.
  • Cualquier combinación de las anteriores posibilidades.
Como respuesta al creciente interés sobre este tipo de alimentos, han aparecido nuevos productos y ahora el interés se centra en la necesidad de establecer normas y directrices que regulen el desarrollo y la publicidad de dichos alimentos.

Los alimentos funcionales pueden formar parte de la dieta de cuaquier persona. Pero además, están especialmente indicados en aquellos grupos de población con necesidades nutricionales especiales (embarazadas y niños), estados carenciales, intolerancias a determinados alimentos, colectivos con riesgos de determinadas enfermedades (cardiovasculares, gastrointestinales, osteoporosis, diabetes, etc.) y personas mayores.

Entre algunos ejemplos de alimentos funcionales, destacan los alimentos que contienen determinados minerales, vitaminas, ácidos grasos o fibra alimenticia, los alimentos a los que se han añadido sustancias biológicamente activas, como los fitoquímicos u otros antioxidantes, y los probióticos, que tienen cultivos vivos de microorganismos beneficiosos.